El jugador uruguayo Sebastián Ariosa vivió un comienzo de semana soñado, ya que, tras dos años lejos de los campos de fútbol, volvió a los entrenamientos con un plantel profesional de fútbol.
Su viejo club en Montevideo, Defensor Sporting, le abrió las puertas para retomar los trabajos físicos y así animar su retorno a las canchas, algo que Olimpia de Paraguay le vedó en su momento.
El regreso de Ariosa, luego de superar una larga batalla contra el cáncer de mediastino que le insumió dos años, se dio este lunes 23 de febrero en el Complejo Arsuaga del club Defensor Sporting, de la 1ª División del fútbol uruguayo. Luego de un año y nueve meses de lucha contra la cruel enfermedad que le obligó a suspender su vida de futbolista profesional, Ariosa relató sus sentimientos al pisar el césped nuevamente. “Estoy feliz, loco de la vida, por fin se dio algo que esperaba hace tiempo. El objetivo era volver y se va a cumplir de la mejor forma. Estoy apto para la actividad de alta competencia. Es volver, es nacer, es volver a ilusionar y trazar nuevos objetivos”, relató a la radio 1080 AM de Asunción de Paraguay. Es que Ariosa jugó sus últimos minutos de fútbol profesional precisamente en este país, defendiendo al club Olimpia.
Si bien reconoció “amar a Olimpia”, es Defensor el club que le abre las puertas para el regreso, igual que en 2004 cuando le permitió su debut profesional. “Sin dudas que amo a Olimpia, me encantaría volver, ahí toqué el cielo con las manos, el campeonato del 2011 fue una locura. Agradezco el cariño a la gente y estoy seguro que en algún momento nos vamos a encontrar. El tiempo pone las cosas en su lugar”, indicó, sin olvidarse que fue la dirigencia de Olimpia la que le dejó desamparado en su peor momento. Ariosa, hoy con 29 años de edad, jugaba en Olimpia al momento que se le diagnosticó el cáncer, y a partir de entonces el decano paraguayo le dejó sin cobertura y sin trabajo, lo que llevó a entablar un juicio laboral por parte del futbolista charrúa.
Retorno al fútbol
Al retornar a la vida y al fútbol, Ariosa dijo a la web de Tenfield que “fueron días muy difíciles, interminables. Mi señora Virginia fue mi guía espiritual, jamás me dejó sólo. Llegó a estar días enteros a mi lado en La Española. En los primeros meses no podía ni siquiera recibir la visita de familiares y amigos. Me encontraba aislado en mi domicilio, solamente con la compañía de mi señora. Comencé con las sesiones de quimioterapia cinco o seis veces por semana. Fue durísimo, cuando llegaba a mi casa, tachaba los días en el calendario soñando con el fin de la pesadilla que estaba viviendo. Pasé siete meses insoportables. Nunca bajé los brazos, ni me entregué, mentalmente me mantenía fuerte, confiando en que iba a superar la enfermedad y ganar el partido más importante mi vida”.
Hoy es un jugador libre, aunque su contrato con Olimpia originalmente vencía en diciembre de 2016. El pase está en su poder, mientras el juicio con Olimpia por haberes impagos prosigue su curso legal, en torno a los 440 mil euros. En el final agradeció a Defensor Sporting y su gente, que le abrieron las puertas del club. “De por vida estaré agradecido a dirigentes, técnicos, futbolistas e hinchas del club, se portaron diez puntos. Jamás se olvidaron de mí, por el contrario siempre estuvieron a mi lado. Por supuesto me falta ritmo de fútbol y es lo que quiero encontrar participando activamente de los entrenamientos junto al plantel principal. Mi ilusión es volver a vestir la camiseta de Defensor Sporting. Deseo de todo corazón volver a las canchas luciendo la camiseta violeta.